¿Tu lavavajillas deja restos de comida, huele mal o tarda más en lavar? En muchos casos, el problema está en el filtro obstruido. Limpiarlo correctamente no solo mejora el rendimiento y evita averías, también alarga la vida útil del aparato. En esta guía aprenderás, paso a paso y sin tecnicismos, cómo limpiar el filtro del lavavajillas sin romperlo, qué herramientas necesitas, cada cuánto hacerlo y qué errores evitar para que funcione como el primer día.
Qué hace el filtro y por qué es clave limpiarlo
El filtro del lavavajillas retiene restos de alimentos, fibras y pequeñas partículas para que no lleguen a la bomba ni recirculen por los brazos aspersores. Cuando se satura:
- El agua no drena bien y puede quedar estancada en la base.
- Las copas salen con velo y la vajilla, con partículas adheridas.
- Aparece mal olor por la descomposición de residuos.
- El motor y la bomba trabajan con esfuerzo adicional, aumentando el consumo y el riesgo de avería.
Una limpieza periódica (10–15 minutos) previene todo esto y mantiene un lavado eficiente.
Herramientas y materiales recomendados
- Guantes de goma para proteger las manos de bordes y suciedad.
- Esponja suave o paño de microfibra (no abrasivo).
- Cepillo de cerdas suaves o cepillo de dientes viejo.
- Agua tibia con unas gotas de jabón neutro para vajilla.
- Vinagre blanco para desincrustar cal y eliminar olores de forma suave.
- Palillo de madera o pipe cleaner para orificios finos.
- Recipiente o cuenco para remojo.
- Toalla o papel de cocina para secar.
Evita estropajos metálicos, cepillos duros, limpiadores en polvo y productos con cloro que puedan rayar o dañar las piezas plásticas y la malla del filtro.
Antes de empezar: seguridad y garantías
- Apaga el lavavajillas y, si es posible, desconéctalo de la corriente. No es necesario cerrar la llave de agua para este mantenimiento.
- Consulta el manual: cada marca (Bosch, Balay, Siemens, AEG, Beko, Whirlpool, etc.) puede variar el sistema de anclaje. El procedimiento es similar, pero la dirección de giro o las pestañas cambian.
- No fuerces las piezas. Si algo no gira o no sale, revisa el método de desbloqueo específico del fabricante.
Identifica tu filtro: piezas y tipos habituales
La mayoría de lavavajillas modernos usan un conjunto de filtros:
- Filtro grueso (plástico con orificios grandes): retiene restos grandes.
- Filtro fino (malla metálica o de polímero): captura partículas pequeñas.
- Carcasa o cesta que los mantiene unidos y encaja en la base de la cuba.
Normalmente se ubican bajo la rejilla inferior, en la zona del sumidero (base de la cuba). Suelen extraerse girando un pomo o asa en sentido antihorario (o el indicado por flechas en la pieza).
Pasos para limpiar el filtro del lavavajillas sin romperlo
1. Preparación del área
Retira la cesta inferior para tener acceso a la base. Coloca una toalla en la encimera y prepara un cuenco con agua tibia y jabón. Ponte guantes.
2. Acceso al filtro
Localiza el conjunto del filtro en el centro o ligeramente desplazado. Suele tener un pomo o asa. Gíralo suavemente en la dirección indicada (normalmente antihorario) y tira hacia arriba. Si hay una rejilla superior, retírala primero.
3. Desmonta el conjunto
Separa el filtro grueso del fino. Presta atención a cómo encajan (fotos con el móvil ayudan). No fuerces pestañas ni cierres a presión: presiona donde la pieza cede con facilidad.
4. Retira residuos grandes
Con la mano enguantada o una cuchara de plástico, elimina restos de comida acumulados. No empujes los residuos hacia el desagüe; deposítalos en la basura.
5. Limpieza suave bajo el grifo
Enjuaga cada pieza con agua tibia (no hirviendo). Usa la esponja suave con jabón para desprender grasa. Para la malla fina, utiliza el cepillo de cerdas suaves con movimientos circulares desde el interior hacia fuera para no deformarla.
6. Desincrusta sin dañar
Si ves cal o suciedad adherida, remoja el filtro fino en vinagre blanco diluido (1 parte de vinagre por 3 de agua) durante 10–15 minutos. Luego cepilla y enjuaga. Evita productos clorados y no mezcles vinagre con lejía.
7. Limpia el sumidero y zona de asiento
Con el filtro fuera, observa el hueco donde se aloja. Retira restos visibles con papel o paño. Revisa que no haya fragmentos de vidrio o huesos. Pasa un paño con agua jabonosa por los bordes y la junta. Si hay orificios visibles, límpialos con el palillo de madera (sin empujar la suciedad hacia dentro).
8. Revisa juntas y mallas
Comprueba que la malla no esté abollada ni rota y que las juntas de goma estén íntegras. Si detectas desgarros o deformaciones, planifica un recambio: un filtro dañado deja pasar partículas que pueden bloquear la bomba.
9. Aclara y escurre
Enjuaga todas las piezas hasta que el agua salga clara. Sacude el exceso y deja escurrir un minuto. No es imprescindible secar por completo, pero evita volver a montar con charcos de vinagre.
10. Monta y bloquea correctamente
Encaja el filtro fino en el grueso y luego el conjunto en su carcasa. Colócalo en su asiento y gíralo hasta oír o notar el clic de bloqueo. Debe quedar firme, plano y sin holguras. Alinea marcas o flechas si las hay.
11. Prueba rápida
Coloca la cesta inferior y ejecuta un enjuague corto sin vajilla. Observa si drena bien y no hay ruidos extraños. Si todo fluye, has terminado.
Errores comunes que pueden romper el filtro
- Usar estropajos metálicos o cepillos duros: rayan y abren la malla.
- Aplicar agua casi hirviendo sobre plásticos: puede deformarlos.
- Forzar el giro de bloqueo/ desbloqueo: parte pestañas o la rosca.
- Montaje incorrecto: si no asienta plano, el aspa puede golpearlo.
- Limpiadores clorados o abrasivos: fragilizan plásticos y gomas.
- Usar el lavavajillas sin filtro: arriesga la bomba y provoca atascos severos.
Frecuencia ideal y señales de que toca limpiar
- Frecuencia recomendada: cada 3–4 semanas en uso normal; semanal si cocinas a diario o sueles introducir restos.
- Señales claras: mal olor persistente, charco en la base, vajilla con restos, ciclos más largos o más ruidosos.
- Consejo: incluye la limpieza del filtro en tu rutina junto con revisar sal y abrillantador.
Cómo mejorar el rendimiento total después de limpiar el filtro
- Revisa los brazos aspersores: extrae y limpia los orificios con agua y un palillo de madera.
- Comprueba la sal y el abrillantador: ajusta la dureza del agua según el manual.
- Usa un detergente de calidad y evita sobredosificar.
- Carga correcta: no bloquees el giro de los brazos y orienta superficies sucias hacia los chorros.
- Programa de mantenimiento cada 1–2 meses: ciclo a alta temperatura con la máquina vacía para higienizar la cuba.
¿El filtro está atascado o no sale?
Si el conjunto no gira o parece pegado:
- Revisa el sentido de giro indicado por flechas o el manual; algunos modelos bloquean en sentido horario.
- Agua tibia alrededor del asiento: ablanda grasa y cal. Seca bien y vuelve a intentar.
- Movimientos cortos de vaivén en vez de fuerza continua: sueltan el bloqueo sin partir pestañas.
- Vinagre diluido aplicado en la unión durante 5–10 minutos para desincrustar cal.
- Nunca uses herramientas metálicas para hacer palanca; si sigue atascado, consulta servicio técnico.
Cuándo sustituir el filtro y cómo elegir repuesto
Considera el reemplazo cuando:
- La malla está rota, abollada o con orificios agrandados.
- Las pestañas de bloqueo están gastadas o partidas.
- Las juntas no ajustan y dejan pasar residuos.
Para elegir el repuesto correcto, busca el modelo exacto del lavavajillas (etiqueta en el marco de la puerta) y compra el filtro compatible del fabricante o equivalente certificado. Evita piezas genéricas que no ajusten bien. Instálalo siguiendo el mismo procedimiento de montaje y bloqueo.
Preguntas frecuentes sobre el filtro del lavavajillas
¿Puedo lavar el filtro en el propio lavavajillas?
No es recomendable: el chorro puede deformar plásticos y la suciedad atrapada no se desprende bien. Mejor lavado a mano con agua tibia y jabón.
¿El vinagre daña el filtro?
Usado diluido y durante pocos minutos, es seguro para mallas metálicas y plásticos comunes. No lo mezcles con lejía ni lo uses concentrado durante largos periodos.
¿Por qué vuelve el mal olor poco después de limpiar?
Además del filtro, limpia el sumidero y revisa los brazos aspersores. Verifica el desagüe y la manguera de salida por posibles sifonajes o pliegues que retengan agua.
¿Qué pasa si coloco mal el filtro?
Un filtro mal asentado deja pasar restos y puede ser golpeado por el aspa, dañándolo. Asegúrate de que encaje plano y de girarlo hasta el clic de bloqueo.
¿Es normal encontrar agua en la base?
Una fina película es normal. Un charco visible indica obstrucción en el filtro, en el sumidero o en la manguera de desagüe.
Checklist rápido de mantenimiento
- Vacía restos grandes de los platos antes de cargar, sin prelavar en exceso.
- Limpia el filtro cada 3–4 semanas (o semanalmente con uso intensivo).
- Inspecciona malla y juntas: reemplaza si ves daños.
- Higieniza brazos aspersores y revisa sal/abrillantador periódicamente.
- Realiza un ciclo a alta temperatura con la máquina vacía cada 1–2 meses.
Tutorial resumido paso a paso
- Apaga el lavavajillas y retira la cesta inferior.
- Gira y extrae el conjunto del filtro.
- Desmonta filtro grueso y fino.
- Quita restos grandes y desecha en la basura.
- Lava con agua tibia y jabón usando esponja suave.
- Desincrusta con vinagre diluido si hay cal.
- Limpia el asiento del filtro y el sumidero.
- Enjuaga, escurre y revisa juntas y malla.
- Monta y bloquea el conjunto hasta oír/ sentir el clic.
- Realiza un enjuague corto de prueba.
Con este procedimiento, tu lavavajillas recuperará presión de agua, eliminará olores y reducirá el consumo energético, evitando a la vez daños por un manejo incorrecto del filtro.